Cuando realizamos la reforma de una vivienda, generalmente las premisas del cliente son capacidad, cambio estético y cambio de distribución. En ocasiones son familias con hijos, matrimonios de edad avanzada, jóvenes que adquieren la primera vivienda…. Puede ser una casa, un piso, una segunda residencia. Pero en este caso el encargo ha sido distinto: un piso en el que vivirá una persona, destinado sólo para los días laborables.
Por tanto, el objetivo principal ha sido habilitar cocina, estar y comedor en un solo espacio para tener la máxima amplitud y comunicación entre todos los espacios. Una zona muy práctica, limpia y que a la vez puede ser zona de trabajo. Por este motivo se han elegido colores claros y una mesa bien grande en el comedor, con un material resistente y sufrido para que se pueda trabajar con comodidad.
La tonalidad blanca de los muebles y el gris claro de las paredes se han contrastado con detalles oscuros como el sobre de la cocina, las sillas del comedor o el sofá.
El resultado es un espacio amplio y luminoso que tanto invita al descanso como al trabajo.
