En esta clínica veterinaria hemos realizado una reforma integral y un gran cambio de imagen.
En la recepción/entrada hemos realizado una limpieza visual muy grande, trabajando solamente con dos colores, ya que los productos de venta son muy coloridos. El mostrador alto hace que todo quede más neutro al no ver la mesa de trabajo.
El rayado y el tono azul/verdoso del mostrador y de los aplacados, tanto de la entrada como del pasillo, le dan un toque de unión a toda la zona vista. Las puertas correderas y batientes, altas hasta el techo, dan una altura muy amplia en el pasillo y en las salas. Y nos permiten cerrar espacios en caso necesario.
Después de darle muchas vueltas a la distribución de la clínica pudimos sacar una sala más de la que tenían, manteniendo el quirófano, el laboratorio, la sala de jaulas, la peluquería y la sala del personal.
Las salas se han pensado para que sean cómodas, prácticas y de fácil limpieza. Esto se ha podido conseguir gracias a los materiales encimera de porcelánico y un pavimento continuo en toda la clínica y, en el quirófano se ha colocado un pavimento continuo conductivo para evitar la electricidad estática.
Realmente esta obra ha sido todo un reto. Durante el proceso de la obra la clínica no se ha cerrado y trabajar, tanto para ellos como para nosotros, ha sido en algunos momentos algo pesado. Menos mal que tanto Joan Manel como Eva han tenido mucha paciencia y han confiado en todo momento en nuestro trabajo.














