En este piso sí hizo un buen cambio de imagen, pero también una adecuación a la vida del propietario y de su hijo. Empezamos el proyecto con la idea de realizar sólo un cambio estético en el ámbito de colores y materiales y acabamos tratando la funcionalidad del día a día.
En el ámbito estético trabajamos todo en color blanco y madera para dar un aire fresco y tranquilo al ambiente, sin perder la calidez que nos aporta la madera. Con la pintura conseguimos importantes cambios eliminando todos aquellos colores que no nos gustaban y distorsionaban el ambiente. Se pintaron puertas, aplacados de paredes, armarios, incluso las baldosas de los baños.
Donde más cambio se realizó en el ámbito de distribución fue en la cocina y comedor, centro neurálgico de todas las viviendas. En este caso se optó por abrir la cocina en el comedor, también trabajando en blanco, para no desentonar con el conjunto del piso. La barra de la cocina se convierte en zona de trabajo a la hora de cocinar y zona de comida en las comidas.
Ha sido un trabajo muy ameno y agradecido de hacer. Poder mostrarle el resultado es todo un placer.
